lunes, 26 de septiembre de 2011

Nada parece lo que es

Habrá quien piense, como lo pienso yo mismo, que nada parece lo que realmente es... y no lo digo por ser daltónico y un poco disléxico, lo digo por una apreciación ordinaria en mis veintitantos años. Y ahora que me toca construir mi identidad virtual, me toca también explicar esta observación a la que he echado no pocas horas. Aprovecharé, al hilo de este asunto, para contar mi experiencia por el curso de aguas de la cueva de Valporquero, o no.

Fui, y lo digo en pretérito perfecto simple, indignado. Asistí a la manifestación del #15M y a la del #19J y compartí muchas horas en #acampadaleón. No lo digo para presumir de una "lucha" que consideraba justa. ¿Y ya no la considero justa? Sí, pero caben muchos matices. Hemos caído, y lo digo en primera persona, en no pocos errores, errores que me asustan: "somos un movimiento...", "no somos ni de derechas, ni de izquierdas..." y otras consignas parecidas se entonaban, las entonaba, con cierto convencimiento. Ahora, que las analizas con perspectiva y te comentan y lees... te encuentras estas mismas palabras en boca de Primo de Rivera cuando, en 1936, exponía en Madrid los puntos fundacionales de una cosa llamada "Falange Española", cito:

"El movimiento de hoy, que no es de partido, sino que es un movimiento, casi podríamos decir un antipartido, sépase desde ahora, no es de derechas ni de izquierdas. Porque en el fondo, la derecha es la aspiración a mantener una organización económica, aunque sea injusta, y la izquierda es, en el fondo, el deseo de subvertir una organización económica, aunque al subvertiría se arrastren muchas cosas buenas. Luego, esto se decora en unos y otros con una serie de consideraciones espirituales. Sepan todos los que nos escuchan de buena fe que estas consideraciones espirituales caben todas en nuestro movimiento; pero que nuestro movimiento por nada atará sus destinos al interés de grupo o al interés de clase que anida bajo la división superficial de derechas e izquierdas"

Ni de derechas, ni de izquierdas... en el #15M cabemos todas, las personas. Nos hartamos a vomitar por todos los cruces y calles (Tomando las Calles) que los partidos políticos no estaban al servicio de las personas y pretendían desunirnos... Había, por tanto, que acabar con los partidos, cito:

"Que desaparezcan los partidos políticos. Nadie ha nacido nunca miembro de un partido político; en cambio, nacemos todos miembros de una familia; somos todos vecinos de un Municipio; nos afanamos todos en el ejercicio de un trabajo. Pues si ésas son nuestras unidades naturales, si la familia y el Municipio y la corporación es en lo que de veras vivimos, ¿para qué necesitamos el instrumento intermediario y pernicioso de los partidos políticos, que, para unimos en grupos artificiales, empiezan por desunimos en nuestras realidades auténticas?"


Como he prometido a una amiga hablar de los desengaños amorosos bajo el signo de este epígrafe, voy a dejar de hablar de mis desengaños y hablar de los suyos, pero no sólo de los suyos. Para ello siempre voy a recomendar una joya de libro que guardo en mi casa: "El Amor y el Pecado en Europa" de Sandro Sciare. Te ries una barbaridad con algunos capítulos ¿Por qué le engaña su mujer?; La culpa es del televisor; Enfermedades sexuales: homosexualismo... Y también hay un capítulo de desengaños con las oportunas apreciaciones de san José María Escrivá de Balaguer, se entenderá que no siga por este camino de las santidades.

Lo que yo creo es que en esta materia nadie hay tan docto que lo sepa todo. Que casi siempre es lo que parece y que, al menos yo, no entiendo de medias tintas con lo que siento. O todo, o nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario