miércoles, 19 de octubre de 2011

La evolución abortada



Darwin en la botella de Anís del Mono
"Los hallazgos de Darwin, resumidos, vienen a decir que, después de cinco mil millones de años de evolución, y dejando atrás al chimpancé por un pelo, el hombre ha venido a dar en dependiente de zapatería, limpiaparabrisas o funcionario."
F. Umbral
Hasta aquí hemos llegado. Digamos que hasta la constatación oftalmológica de que nuestra evolución biológica, no demasiado clara en el panorama folclórico español, camina paralela a una involución social, económica y cultural de características notables. La prueba está en las tardes, de lunes a domingo, en Telecinco o en cualquiera de los subterfugios TDT de la marca. No puedo explicarme de otro modo los aplausos a la turba vociferante de co-ladradores. Todo ello, bajo la seña de un gobierno desorientado y a punto de padecer la política de venganzas de la derecha más crecida y arrogante de Europa, en la comparación no cabe Berlusconi, por cierto, padre putativo de Telecinco.

Hace un par de años, dediqué un tiempo importante al estudio filológico de los cuentos populares en la literatura clásica de carácter oral. De Polifemo a Harry Potter, vale decir de Homero a J. K. Rowling, las conclusiones fueron sorprendentes: en el contenido no hay evolución sino innovación y en las formas, una involución mayúscula. Ulises y Polifemo tienen los mismos conflictos y las mismas inquietudes, casi hasta las mismas palabras, que los protagonistas de los cuentos de Perrault, o que Harry y Voldemort. La diferencia es que ahora va todo recubierto en una cáscara de nadería y excentricidad y además, hemos apartado a la Poesía y a los Poetas al espacio de lo marginal siguiendo las doctrinas platónicas al pie de la letra. Sin saberlo, nos hemos apartado a nosotros mismos de lo sublime y, por tanto, de la evolución social, económica y cultural.

¿Que cómo hemos innovado? Prostituyendo las nuevas tecnologías al amparo de los premiados efectos especiales, Deus ex machina, y de la castración del sentido estético y la capacidad del terror y la conmiseración del consumidor, antes expectador o venerable público, de cuentos. Hasta aquí hemos llegado. Hasta la profanación de lo más intrínseco al Ser Humano: el placer psicológico de las pasiones que nos procura lo bueno y lo bello (kalós kai agathós).

Sin duda que me aplicaré el "cuento" en primera persona. Pero me conformaría con que la evolución fuera, por ahora y simplemente, un cambio de actitud social.

1 comentario:

  1. Casi que me asusta pensar en la derecha que se nos viene (se os viene) encima, porque desgraciadamente, es muy cierto lo que dices. "Comicios" que, a semejanza de la asamblea medieval, rezaran indefectiblemente, y bajo peligro de pena inquisitorial; "Ego eligo Marianus in dominum et regem atque rectorem et defensorem patriae". Amen. Y mucha atencion con la patria, que se despierta para coger la guasca (cuando empiecen a hablar de "cinturon y de "apretar", nosotros sabremos que es mentira).
    Y qué hacer, hermanos humanos?

    PD: me encantaria leer, por cierto, el trabajito del que hablas sobre las formas literarias...

    Un saludo!

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